viernes, 15 de mayo de 2015

Comunicarse con Dios

Comunicarse con Dios


Condiciones para comunicarse con Dios

1. ¿A quién debemos dirigir nuestras oraciones?
En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido ( Juan 16:23, 24)
Nota: La instrucción bíblica es más que clara, debemos dirigir nuestras peticiones al Padre.
2. ¿En nombre de quién debemos pedir?
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré (Juan 14:13, 14)
Nota:Este es el texto por el que debemos acabar nuestras oraciones pidiendo al Padre en el nombre de Cristo Jesús, o de Jesús, nuestro intercesor o mediador.
3. ¿En qué forma debemos reconocer nuestra dependencia de Dios?
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer ( Juan 15:5)
Nota: Este texto corrobora lo dicho más arriba. La oración es necesaria para permanecer con pensamientos elevados y en una moralidad aceptable (buenos frutos). Cuando esta actividad cesa, volvemos a comportarnos de forma indebida.
4. ¿A qué se compara la oración hecha sin fe?
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra ( Santiago 1:6)
Nota: Como se vio en el estudio sobre la Fe, es cuestión de confianza. Pedir a alguien desconfiando no agrada al que recibe la petición. Cuando alguien desconfía, ahora está a tu lado, luego no, cambiando constantemente de opinión y de parecer. Igualmente sucede con nuestra relación con Dios. Sólo confiando en Dios de forma plena, tendremos seguridad y no andaremos dudando y cambiando de parecer.
5. ¿Qué ejemplo de perseverancia en la oración registra Lucas en su Evangelio?.
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? (Lucas 18:1 – 8)
Nota: Dios no siempre nos da las cosas que pedimos en el mismo instante que lo pedimos. Al igual que un padre o una madre no siempre da a su hijo todo lo que le pide a cada momento. Buscamos no tener hijos malcriados, caprichosos que lo tienen todo en cualquier momento, Dios también nos enseña a tener paciencia en muchas ocasiones. En otros momentos, al igual que un niño no puede entender más allá de su pequeña madurez las consecuencias o los motivos por los que no puede recibir un "regalo", de igual modo Dios ve más allá de las cosas que nosotros podemos percibir, y por motivos que Él sólo conoce, nos niega algunas cosas. Aunque no lo comprendamos, debemos saber que todo es por nuestro bien.
6. ¿Qué relación hay entre obediencia y respuesta a la oración?
…y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él (1 Juan 3:22)
Nota: Alguien puede decir que Dios es caprichoso en la forma de condicionar ciertas respuestas a oraciones. Nada más lejos de la realidad. Pensemos que todos los seres humanos que habitamos este planeta, sean creyentes o no, somos hijos de Dios. Y Dios como Padre, se preocupa en cómo gestionamos lo que Él nos da. Si uno de mis dos hijos es un derrochador y me pide dinero, lógicamente no le daré lo que me pida para que lo malgaste, de este modo estaré fomentando su mal hábito en vez de corregirlo. De igual modo, una persona con malos hábitos, pide a Dios salud, ¿se la dará para seguir consumiendo drogas (por ejemplo)? Por otro lado, cuando un hijo es obediente, es un buen gestor de los recursos que su Padre le da, tendrá más opciones (salvo excepciones) de recibir lo que pida.
7. ¿Qué ejemplo de sumisión perfecta al Padre nos dejó Cristo en su oración en Getsemaní?
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú ... Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad ( Mateo 26:39, 42)
Nota: En ese momento, el dolor se impuso al deseo humano de Cristo de no sufrir físicamente. El Plan de la Salvación de cada ser humano estaba por encima del sufrimiento de Jesús, por ello, esta oración concreta tuvo la respuesta adecuada: "Si puede ser", pero no pudo ser en favor de un beneficio mayor.
8. ¿Por qué no contesta Dios algunas veces nuestras oraciones?
El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable ( Proverbios 28:9)
9. Estando próximos al fin, ¿qué llamamiento nos hace el Señor?
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración (1 Pedro 4:7)
Nota: Conforme nos acercamos al inicio de la eternidad, se hace más necesario el no descuidar la oración. Es un buen momento para comenzar un buen hábito, el de orar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario