sábado, 16 de mayo de 2015

Jovenes-Cristianos.com: para jóvenes como tú

Jovenes-Cristianos.com: para jóvenes como tú

Como vencer la tentación

Como Vencer la tentación


Cómo vencer la TentaciónA veces puedes sentir que una tentación es demasiado insoportable, pero eso es una mentira de Satanás. Dios ha prometido que nunca permitirá que haya más sobre ti que lo que te pone dentro para vencerla.

Él no te permitirá ninguna tentación que no puedas superar.

Sin embargo, también debes hacer tu parte practicando ciertas claves bíblicas para derrotar la tentación, una de ellas es concentrar tu atención en algo diferente.
Te sorprenderá saber que en ninguna parte de se nos dice que debemos “resistir la tentación”. Se nos dice que “resistamos al diablo (Santiago 4:7), pero eso es muy distinto. En cambio, se nos aconseja que volvamos a enfocar nuestra atención porque resistir un pensamiento no resulta. Sólo intensifica nuestro enfoque en lo malo y fortalece su fascinación.

Permíteme explicarte algo sobre la tentación

Cada vez que intentas bloquear un pensamiento en tu mente, lo grabas más profundo en tu memoria. Cuando lo resistes, en realidad lo refuerzas. Esto resulta especialmente cierto en el caso de la tentación. No la derrotas luchando contra los sentimientos que te produce. Cuanto más luchas contra un sentimiento, tanto más te consume y controla. Realmente lo fortaleces cada vez que piensas en él.
Dado que la tentación siempre empieza con un pensamiento, la manera más rápida para neutralizar su fascinación es concentrarte en otra cosa. No luches contra ese pensamiento, simplemente cambia el cauce de tu mente y procura interesarte en otra idea. Este es el primer paso para derrotar la tentación.

La batalla contra el pecado se gana o se pierde en la mente.

Cualquier cosa que atrape tu atención te atrapará a ti. Por eso Job dijo: “Hice un pacto con mis ojos para no mirar con lujuria a ninguna mujer joven”, Job 31:1. Y el salmista oró: “Guárdame de prestar atención a lo que no tiene valor”, Salmos 119:3.
¿Alguna vez viste un anuncio comercial en la televisión promocionando una comida y de repente sentiste hambre? ¿Has oído toser a una persona alguna vez e inmediatamente sientes la necesidad de aclarar la garganta? ¿Alguna vez viste a una persona abriendo la boca en un gran bostezo y enseguida sentiste ganas de bostezar también? (¡Es posible que estés bostezando ahora mismo mientras estás leyendo esto!) Ese es el poder de la sugestión. En forma natural nos acercamos a cualquier cosa en la que nos concentremos. Cuanto más pienses en algo, tanto más fuerte te retendrá.
Por esa razón la repetición de “debo dejar de comer demasiado… o dejar de fumar… o dejar la lujuria” es una estrategia de derrota. Te mantiene enfocado en lo que no quieres. Es como si anunciaras: “Yo nunca voy a hacer lo que hizo mi madre”. Te estás preparando para repetirlo.
La mayoría de las dietas no resultan porque lo mantienen a uno pensando en la comida todo el tiempo, garantizando que tendremos hambre. Del mismo modo, un orador que se repite a sí mismo todo el tiempo: “¡No te pongas nervioso!” ¡Se prepara para ponerse nervioso! En cambio debería concentrarse en cualquier otra cosa excepto en sus sentimientos: en Dios, en la importancia de su discurso o en las necesidades de sus oyentes.

La tentación empieza por captar tu atención.

Lo que capta tu atención estimula tu deseo. Después tus deseos activan tu conducta, y actúas con base en lo que sentiste. Cuanto más te concentres en “No quiero hacer esto”, tanto más fuerte te atraerá hacia su red.
Hacer caso omiso de una tentación es más eficaz que luchar contra ella. En cuanto tu mente está en otra cosa, la tentación pierde su poder. Así que, cuando la tentación te llame por teléfono, no discutas con ella, ¡simplemente cuelga!
A veces esto significa dejar físicamente una situación tentadora. Hay ocasiones en que lo correcto es huir. Levántate y apaga la televisión. Aléjate de un grupo que está contando chismes. Abandona el cine en medio de la película. Para que las abejas no te piquen, quédate lejos del enjambre. Haz lo que sea necesario para concentrarte en otra cosa.
Desde el punto de vista espiritual, nuestra mente es el órgano más vulnerable. Para reducir la tentación, mantén tu mente ocupada con de Dios y otros pensamientos buenos. Los pensamientos malos se derrotan pensando en algo mejor. Este es el principio del reemplazo. Vence el mal con el bien (Romanos 12:21).
Satanás no puede llamarnos la atención cuando nuestra mente está preocupada con otra cosa. Por eso nos aconseja repetidas veces que mantengamos nuestras mentes enfocadas: “Consideren a Jesús”, Hebreos 3:1. “Siempre piensen en Jesucristo”, 2 Timoteo 2:8. “Llenen sus mentes de las cosas que son buenas y que merecen alabanza: cosas que son verdaderas, nobles, correctas, puras, encantadoras, y honorables”, Filipenses 4:8.
Si realmente quieres derrotar la tentación, debes organizar tu mente y monitorear tu consumo de los medios de información.
El hombre más sabio que haya vivido jamás, advirtió:
Ten cuidado cómo piensas; tu vida está moldeada por tus pensamientos (Proverbios 4:23)
No permitas que la basura entre a tu mente indiscriminadadmente. Sé selectivo. Escoge con cuidado en qué cosas vas a pensar. Sigue el modelo de Pablo:
Llevamos cautivo todo pensamiento y hacemos que se rinda y obedezca a Cristo (2 Corintios 10:5)
Esto requiere una vida práctica, pero con la ayuda del Espíritu Santo puedes reprogramar tu manera de pensar.

viernes, 15 de mayo de 2015

Comunicarse con Dios

Comunicarse con Dios


Condiciones para comunicarse con Dios

1. ¿A quién debemos dirigir nuestras oraciones?
En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido ( Juan 16:23, 24)
Nota: La instrucción bíblica es más que clara, debemos dirigir nuestras peticiones al Padre.
2. ¿En nombre de quién debemos pedir?
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré (Juan 14:13, 14)
Nota:Este es el texto por el que debemos acabar nuestras oraciones pidiendo al Padre en el nombre de Cristo Jesús, o de Jesús, nuestro intercesor o mediador.
3. ¿En qué forma debemos reconocer nuestra dependencia de Dios?
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer ( Juan 15:5)
Nota: Este texto corrobora lo dicho más arriba. La oración es necesaria para permanecer con pensamientos elevados y en una moralidad aceptable (buenos frutos). Cuando esta actividad cesa, volvemos a comportarnos de forma indebida.
4. ¿A qué se compara la oración hecha sin fe?
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra ( Santiago 1:6)
Nota: Como se vio en el estudio sobre la Fe, es cuestión de confianza. Pedir a alguien desconfiando no agrada al que recibe la petición. Cuando alguien desconfía, ahora está a tu lado, luego no, cambiando constantemente de opinión y de parecer. Igualmente sucede con nuestra relación con Dios. Sólo confiando en Dios de forma plena, tendremos seguridad y no andaremos dudando y cambiando de parecer.
5. ¿Qué ejemplo de perseverancia en la oración registra Lucas en su Evangelio?.
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? (Lucas 18:1 – 8)
Nota: Dios no siempre nos da las cosas que pedimos en el mismo instante que lo pedimos. Al igual que un padre o una madre no siempre da a su hijo todo lo que le pide a cada momento. Buscamos no tener hijos malcriados, caprichosos que lo tienen todo en cualquier momento, Dios también nos enseña a tener paciencia en muchas ocasiones. En otros momentos, al igual que un niño no puede entender más allá de su pequeña madurez las consecuencias o los motivos por los que no puede recibir un "regalo", de igual modo Dios ve más allá de las cosas que nosotros podemos percibir, y por motivos que Él sólo conoce, nos niega algunas cosas. Aunque no lo comprendamos, debemos saber que todo es por nuestro bien.
6. ¿Qué relación hay entre obediencia y respuesta a la oración?
…y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él (1 Juan 3:22)
Nota: Alguien puede decir que Dios es caprichoso en la forma de condicionar ciertas respuestas a oraciones. Nada más lejos de la realidad. Pensemos que todos los seres humanos que habitamos este planeta, sean creyentes o no, somos hijos de Dios. Y Dios como Padre, se preocupa en cómo gestionamos lo que Él nos da. Si uno de mis dos hijos es un derrochador y me pide dinero, lógicamente no le daré lo que me pida para que lo malgaste, de este modo estaré fomentando su mal hábito en vez de corregirlo. De igual modo, una persona con malos hábitos, pide a Dios salud, ¿se la dará para seguir consumiendo drogas (por ejemplo)? Por otro lado, cuando un hijo es obediente, es un buen gestor de los recursos que su Padre le da, tendrá más opciones (salvo excepciones) de recibir lo que pida.
7. ¿Qué ejemplo de sumisión perfecta al Padre nos dejó Cristo en su oración en Getsemaní?
Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú ... Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad ( Mateo 26:39, 42)
Nota: En ese momento, el dolor se impuso al deseo humano de Cristo de no sufrir físicamente. El Plan de la Salvación de cada ser humano estaba por encima del sufrimiento de Jesús, por ello, esta oración concreta tuvo la respuesta adecuada: "Si puede ser", pero no pudo ser en favor de un beneficio mayor.
8. ¿Por qué no contesta Dios algunas veces nuestras oraciones?
El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable ( Proverbios 28:9)
9. Estando próximos al fin, ¿qué llamamiento nos hace el Señor?
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración (1 Pedro 4:7)
Nota: Conforme nos acercamos al inicio de la eternidad, se hace más necesario el no descuidar la oración. Es un buen momento para comenzar un buen hábito, el de orar.

Cuando, Como y Donde Orar

Cuando, Como y Donde Orar


1. ¿Cuándo debemos orar?
Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses 5:17, 18)
Nota: La oración constante (orad sin cesar) no es pasar el día entero de rodillas, sino tener una actitud de oración en todo lo que hagamos. Es hacer de Dios nuestro compañero diario de trabajo, de ocio, etc. En todo momento debemos estar mentalmente conversando con el Señor, sobre lo que hacemos, lo que decimos, lo que vamos a decidir, etc. También dando gracias por las cosas que nos suceden a cada momento.

2. ¿Qué tres momentos del día son particularmente mencionados?
Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz (Salmos 55:17)
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes ( Daniel 6:10)

3. ¿Dónde debemos orar?
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda (1 Timoteo 2:8)
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público ( Mateo 6:6)
Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración ( Hechos 3:1)
Nota: Cualquier lugar es apropiado para orar a Dios con un corazón sincero. No es necesario privarse de la oración por no encontrarse en un lugar más tranquilo. No obstante, hay que cultivar el hábito de apartarse unos momentos en privado para dar respiro al espíritu en oración. Y por supuesto, la casa de oración o iglesia (templo) es el lugar de oración privada y en común con otros que comparten la fe.
4. ¿Cómo debemos orar? 
Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor (Salmos 95:6)
Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. (Salmos 62:8)
Nota: Hay mucha discusión acerca de cómo debemos orar, en qué postura o posición física. No faltan textos que apoyan el orar de rodillas, parece ser la posición de humildad ante el Creador. No obstante hay más textos que mencionan el orar con el rostro pegado al suelo (Génesis 17:3; Levítico 9:24; Mateo 26:39) o con el rostro cubierto con un velo (Éxodo 3:6). Hoy practicar tales cosas no son bien vistas, lo que nos indica que no es cuestión de praxis física. También los hay quienes oraban de pie (Lucas 18:11) o mirando al cielo (Lucas 18:13) incluso estando postrado en la cama o acostado (1 Reyes 1:47; Salmo 4:4; Salmo 36:4).
Todo depende de la ocasión, el momento y el lugar. No obstante, lo que sí resulta imprescindible es la actitud correcta en la oración: "Derramad delante de Él vuestro corazón", abrir nuestro corazón a Dios, contarle todas nuestras preocupaciones, nuestros pesares, nuestros miedos, compartir nuestras alegrías, etc.
5. ¿Cómo deberíamos orar al hacerlo públicamente?
Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho (1 Corintios 14:13 – 16)
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos ( Mateo 6:7)
Nota: Hay que orar con el entendimiento, de forma que yo mismo sepa qué digo y los que me rodean lo puedan entender para su edificación. Esto no sólo advierte el falso don de lenguas, sino también los rezos de letanías repetitivas aprendidas de memoria, que no expresan nuestras necesidades particulares ni vierten nuestras preocupaciones ante Dios ni los que nos rodean.

La Oración

La Oración



La oración es un diálogo profundo con Dios, y, como en todo diálogo, se hace imprescindible la escucha, la actitud abierta y receptiva hacia Aquel de quien lo esperamos todo, en quien confiamos y a quien entregamos nuestra vida.
Debemos ser conscientes de que, No solo es importante lo que nosotros le digamos a Dios, sino lo que Dios nos puede trasmitir. En este artículo, veremos qué dice la Biblia acerca de la Oración.

Significado y propósito de la oración

1. ¿Qué es la oración?
Respuesta: “Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo” (E.G. White, El Camino a Cristo).
2. ¿Cuánto conoce Dios de nuestra vida?
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda(Salmo 139:1 – 4)
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis ( Mateo 6:8)
Nota: Dios conoce nuestras necesidades mejor que nosotros mismos, y sabe lo que vamos a pedir incluso antes de pedirlo. El motivo que tenemos para orar no es para contarle algo que no sepa.

3. ¿Será para obligar a Dios a que cambie sus propósitos?
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación ( Santiago 1:17)
Nota: Todo lo bueno viene de Dios, quien por cierto, no cambia ni muda. No podemos hacer cambiar de opinión a Dios. Su deseo siempre es hacer el bien y ayudarnos, no tenemos que convencerlo de que cambie de forma de pensar porque esté disgustado. Este tampoco es el motivo por el que debemos orar.
4. Entonces, ¿para qué es la oración?
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra ( Mateo 6:10)
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye (1 Juan 5:14)
Nota: Según estos dos textos, la oración nos sirve de reflexión para adecuar nuestra voluntad a la de Dios. No siempre pedimos como conviene (Romanos 8:26), y la oración eleva nuestra mente a los pensamientos de Dios, nos hace reflexionar.
Por otro lado, siempre he dicho y diré que Dios es un caballero, el Ser más educado que podamos conocer. Y como tal, jamás irrumpirá en la vida de nadie sin pedirle permiso. Dios quiere hacer el bien, Dios conoce mejor que nadie nuestras necesidades, y no cambia su forma de pensar que es ayudarnos. Pero Dios no nos puede ayudar si no le pedimos ayuda. En el momento que le presento mis peticiones en oración, le estoy dando permiso para actuar en mi vida. Si Dios actuase en nuestras vidas de forma extraordinaria sin que se lo hayamos pedido, se le podría acusar de actuar contra nuestra voluntad, de forzarnos a recibir "bendiciones", por lo que Dios se ve limitado y depende de nuestras oraciones como permisos para poder ayudarnos.
Satanás no pide permiso para actuar en la vida de las personas, es un irrespetuoso. Pero Dios tiene que esperar a que le pidamos ayuda, sólo de esa forma puede actuar en nuestras vidas.
5. ¿Por qué otro motivo nos aconseja Santiago que oremos?
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada ( Santiago 1:5)
Nota: Dios quiere revelarnos su voluntad y la Verdad en su Palabra. No es fácil entender ciertas porciones de la Biblia. Dios está deseando revelarnos y hacernos entender pequeñas perlas que están escondidas en su Palabra, y la oración es importante para permitir a Dios actuar en nuestra mente de esta mantera.
6. ¿En qué términos nos aconseja Jesús que usemos este arma poderosa?
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá ( Lucas 11:9, 10)
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre ( Lucas 21:36)
Nota: La oración nos ayuda a permanecer en contacto con el Cielo, a perseverar en una condición espiritual segura. Descuidar la oración hace que nuestra mente se centre de forma exclusiva en lo terrenal, y relajarnos moralmente tomando decisiones inadecuadas, hasta llevar una conducta desordenada.

jueves, 14 de mayo de 2015

Nuestro Dios

Nuestro Misericordioso Dios 


Bueno este es mi primer blog gracias a Dios, todo sea para la gloria y honra de nuestro Señor. Les Dare una pequeña introducción mia para que me conoscan un poco mas, Mi nombre es Nicole soy de Panamá y tengo 20 años, nací gracias al Señor en un hogar Cristiano, pero despues de un tiempo ya cuando tenia como 15 años me aparte del Señor y de sus caminos, hice muchas cosas que no debi pero siempre El SEÑOR EN SU DIVINA MISERICORDIA ME GUARDABA.  Bueno es una historia que les contare despues, estoy aqui pues porque el Señor puso ese sentir en mi de hacer esto, para atraer mas gente a él y sobre todo a jovenes y se que el Señor asi lo hara. Bueno ahora si vamos a la palabra:


Joel 2:12-13

12. Por eso pues, ahora dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.

13. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.



Lo que Dios busca pues es que nos convirtamos a él que estemos firmes con el, se que a veces como joven esto pueda dificultarse un poco porque hay siempre cosas o tentaciones talvez no solamente para nosotros los jovenes sino tambien a las personas ya mayores, bueno lo que les quiero decir, el Señor dice "convertios con todo vuestro corazon" queridos hermanos el corazon en nosotros representa algo que nos da vida, es lo principal dentro de nosotros, por eso el Señor dice con todo vuestro corazón. El verdadero arrepentimiento comienza cuando reconocemos nuestras faltas y viene de los mas profundo de nuestro corazón. Luego dice: "Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos", ¿Porque dira esto? pues: El único arrepentimiento que realmente vale, en lo que respecta a la vida espiritual, es aquel que transforma la dureza de nuestros corazones y produce en nosotros un verdadero quebranto por el pecado.

Pero luego lean esto, tan lindo y te llena tanto de Esperanza: " Porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo"

El Señor no desea castigar a nadie, el solo quiere el bienestar para sus hijos, pero eso si estando con él siempre mirando hacia a él, sabemos que sus caminos son dificiles, pero son los unicos que son seguros. Asique yo les exorto pues que no nos alejemos de el si no que sigamos alli con el, porque cosas grandes vienen para nosotros sus hijos, Dios les Bendiga.